DIRECTORA LICEO VALENTIN LETELIER:» Hoy he venido a enaltecer el nombre del liceo público Científico humanista, más importante del Maule Sur»
Prometo que no será este discurso de homenaje a la insigne obra valentiniana, que continúa firme y sólida en el tiempo, un tomo luminoso de quinientas páginas – no se preocupen-. No será tampoco, esta alocución de homenaje a los 140 años, un conjunto de adjetivos dulces y triviales.
Sí serán estas primeras palabras una invitación a todos nuestros amigos que hoy nos acompañan, volviendo hacia el pasado con modos autónomos y el corazón henchido, para tratar de entender esa clave enigmática, confinada en el lapso de tiempo, denominado-“140 años”- que permita entender la línea central en torno a la cual se ha desplegado esta breve historia de tantos años, que casi es nada, en comparación a cualquier fenómeno cósmico o también dicho de modo opuesto, esta larguísima historia encerrada en 140 años de vida liceana.
Cualquier niño que llega a los 13 años al liceo a beber de su saber, permanece en él 6 años, en promedio. En 140 años han pasado más de 130 generaciones de alumnos que han sido conformados en la etapa más plástica de la persona humana, bajo la rúbrica valentiniana y la mano experta de maestros que han desplegado su arte y sabiduría, modelando juventudes.
Habitualmente nos preguntamos: Dónde están esas más de 13 mil personas forjadas en nuestras aulas?. ¿Qué caminos habrán tomado en sus vidas?. Se encuentran dispersos por la faz de la tierra, otros ya partieron, pero también muchos están aquí en este teatro. Efectivamente, nos acompañan prominentes ex alumnos que se desempeñan en diversas áreas como el servicio público y privado, los encontramos en las artes, en la ciencia y en la política. Permítanme aquí una necesaria digresión.
Es hermoso saber que nuestro diputado Don Romilio Gutiérrez Pino, fue uno esos niños, hoy no se encuentra aquí presente porque está en sesión de sala en la cámara. Del mismo modo, es hermoso saber que nuestro Director provincial de educación Don Jorge Tapia, es un ex alumno. Es hermoso saber que tres de nuestros consejeros regionales actuales, fueron llamados a clases por la misma campana, me refiero a Don Jesús Osses, Don Rodrigo Hermosilla y Don Pablo Gutiérrez . Tres de los actuales concejales son liceanos: Don Jorge Cuevas, Don Mikael Concha y Don Jorge Díaz. Esperamos en un futuro próximo agregar más mujeres en estos y otros ámbitos. Nos hacen falta mayor representatividad femenina.
Nuestra patria debe mucho a la gran obra Valentiniana que ha permitido la generación de destacados artistas, directivos escolares, periodistas, enfermeras, médicos, abogadas, profesoras, ingenieros, y escritores … todo ello nos invita a soñar y preguntarnos:
¿Por qué nuestras aulas no podrían estar formando un próximo premio nobel, poeta, científico o artista chileno destacado? Ya un ex presidente emergió de ellas, me refiero a Don Carlos Ibáñez del Campo. Entonces
No es un sueño decir que en el conjunto de niños que cada mañana llega desde los distintos rincones de nuestra ciudad o de cualquier rincón de la comuna de Villa Alegre, Longaví, Panimávida, Colbún o Yerbas Buenas, venga entre ellos, quien será acaso un gran intelectual, una deportista, un músico, un científico, una alcaldesa, o un filósofo destacado. Agradecemos a nuestros queridos ex alumnos por estar celebrando a su alma mater.
Esta noche- la historia- ha querido darme el honor de hablar a nombre de una comunidad educativa que se ha construido y reconstruido muchas veces a lo largo del tiempo. Hoy he venido a enaltecer el nombre del liceo público Científico humanista, más importante del Maule Sur. Linares tiene su liceo emblemático, con una larga tradición que respetar y que data desde su creación en el año 1875, con sus distintos directores, cuerpos técnicos, docentes y funcionarios. La comunidad ha sido testigo de los muchos cambios e innovaciones, que el liceo ha ido experimentando y adecuándose con éxito, a las nuevas demandas que impulsan los cambios culturales, sociales, económicos y tecnológicos.
Hoy enfrentamos un nuevo desafío: Cómo traducir los ejes de la Reforma educativa en un nuevo sello, con unos objetivos estratégicos que apunten a una mayor calidad con equidad. Es curioso que siendo ambos, calidad y equidad – principios elementales de una sociedad democrática, el inconciente colectivo los asocie como valores antagónicos. Ya Cicerón y Aristóteles en la época clásica, referían a la calidad como la belleza, la perfección, la qualitá, el areté, la excelencia. Por su parte, la equidad es la cualidad que mueve a dar a cada uno lo que merece, con justicia e imparcialidad.
Ambos, calidad y equidad son un binomio complejo, difícil de combinar, tal vez porque la visión de calidad es un concepto polisémico, o tal vez porque proviene desde el mundo industrial y las ciencias económicas, tan lejanas a las ciencias humanas, en las cuales se funda el acto educativo.
Con todo, nosotros entendemos que en educación, la calidad y la equidad no son anhelos inalcanzables, al contrario, representan el verdadero desafío que las escuelas y liceos chilenos deben abordar con premura y diligencia, la equidad en contextos vulnerables, no puede esperar.
La calidad educativa, significa entonces – generar todas las condiciones necesarias para que el sujeto desarrolle al máximo sus potencialidades, lo que tendrá como consecuencia un individuo educado, no domesticado.
Los desafíos no son simples, implican siempre una especie de metanoia, un cambio en el sistema de creencias de los actores, esto es, abrir corazón y mente para comprender que el nuevo liceo debe avanzar hacia una mayor inclusión y mayor diversidad, aprender más y enseñar menos, señalan los nuevos paradigmas– sin perder de vista el sello que busca desarrollar procesos de excelencia, no sólo en áreas específicas del curriculum como el lenguaje, la matemática o el inglés. Hacer realidad una mayor inclusión y diversidad implica una metanoia.
Hacer realidad una mayor inclusión y diversidad implican un salto cuali cuantitativo, exige, entre otras cuestiones, redefinir el rol de las evaluaciones estandarizadas como la prueba SIMCE, instalada como un predictor en un Modelo educativo- que no ha sido exitoso y que discrimina tempranamente a los niños (as), socioculturalmente a las familias y efectúa perversas comparaciones entre establecimientos. Si los modelos educativos exitosos en el mundo como Singapur, Australia, Finlandia, Canadá o EE.UU y otros abandonaron hace mucho la estandarización de los niños, es difícil entender por qué el modelo chileno, persiste en ello. Es un desafío más de las políticas educativas declaradas en la reforma.
Como sea, sostengo que -un colegio de excelencia no lo hacen solo sus resultados, sino esencialmente las personas y sus procesos. Porque el acto educativo es enteramente humano hecho por personas y para personas. Va más allá de los resultados académicos, tiene un imperativo ético y social pues implica desarrollar un trabajo orientado a la formación de mejores seres humanos, esto es ciudadanos crítico-reflexivos e integrales.
Es por esto, que hoy estamos en la consolidación de un nuevo sello identitario, buscando la armonización curricular. Formamos parte del proyecto multidisciplinario de la Universidad de Talca, que busca el fortalecimiento de las artes, humanidades y las ciencias sociales. Esta es una novedosa iniciativa para potenciar la auto-eficacia en los estudiantes, pues se sabe que percibirse como una persona eficaz, es clave para el desarrollo humano porque afecta positivamente diferentes procesos cognitivos, motivacionales y afectivos.
El desarrollo de actividades artísticas impacta positivamente en los niños y jóvenes, sobre las auto-percepciones asociadas a la eficacia. Nuestro sueño inmediato es implementar una orquesta de Cámara con 40 niños, de este modo nuestro sello identitario sumará a nuestra impronta académica, el desarrollo de las artes y las humanidades.
De este modo, nuestro nuevo sello institucional es: Educando con excelencia, hacia la auto-eficacia.
-Ya para finalizar-
Felicito, valoro y agradezco la dedicación y trabajo de directivos, docentes, asistentes, padres, apoderados y a nuestros queridos estudiantes- que conforman esta unidad educativa- que lidero. Declaro mi gratitud a la educación pública, soy linarense, una orgullosa hija de la educación pública: Debo lo que soy a la escuela N° 2, hoy Escuela Isabel Riquelme y al Liceo de Niñas B-27.
Agradezco a nuestro Alcalde Don Rolando Rentería y a su señora esposa Sra. Paula Rodríguez, autoridades políticas, académicas y sociales. A nuestra Directora DAEM, Sra. Carmen Rita Díaz, siempre atenta a los requerimientos, sueños e iniciativas de nuestro liceo.
La provincia de Linares tiene a nivel territorial el liceo público y emblemático más importante del Maule sur, es tarea de todos cuidarlo, el Liceo Valentín Letelier, es un emblema.
Comunidad valentiniana, felicidades en este centésimo cuadragésimo aniversario. Muchas gracias!