Licenciatura 2017: Discurso de la directora
Es señoras y señores nuestra pretensión, modelar personalidades dúctiles y adaptables para la sociedad del siglo 21 caracterizada por el cambio, la incertidumbre y la innovación, lo que obliga a reinventarse constantemente. Ustedes seguramente cambiarán de profesión o rol varias veces en su vida.
Esta generación 2017, ha recibido una formación de primer nivel , porque uno de nuestros sellos es la excelencia académica. Alcanzar la excelencia, el areté de Platón, el honor, la belleza, la perfección implica mano firme, pero con dulzura. Lograr la excelencia ha exigido tensionar sus potencialidades hasta sacar lo mejor de cada uno. Porque creemos que es esencial el conocimiento de calidad, sumado a otras habilidades y destrezas, fieles a nuestro proyecto educativo hemos trabajado con decisión el espíritu social porque también forma parte del plasmar ciudadanos integrales el modelar valores espirituales. Hemos fortalecido el Curriculum tradicional, a través de un abanico de más de 27 talleres deportivos, artísticos y culturales que hemos ofrecido y por eso es que, estoy muy segura de esta afirmación: hemos potenciado la formación integral, junto a una alta exigencia académica.
Hace pocas horas en una alocución pública les he preguntado a alguno de ustedes si en su paso por el Liceo habían sido felices. La respuesta positiva fue unánime.
A eso nos hemos dedicado en los últimos seis años: a modelar almas, voluntades, personalidades, nutrir vidas para hacerlos aptos para una sociedad en cambio, pero todo muy dosificado, porque no se trata de formar personas estresadas por conseguir la nota por la nota, luchando y dándose codazos por una décima. Se trata de comprender y darle sentido al trabajo colaborativo sumando el talento de otro. Se trata de lograr la plenitud con una vida juvenil y alegre.
Cuando ustedes musitan con convicción que SÍ han sido felices en su paso por este liceo, es un indicador de que estamos en la senda correcta, la plática amable en el saber crea el ambiente propicio para aceptar nuevos conocimientos y esa plática produce un estado de plenitud, de felicidad.
Los padres buscan un contexto de bienestar, de seguridad, con pautas de consistencia entre lo que se dice y se hace, conductas coherentes entre lo que se expresa y se ejecuta porque esto funda situaciones “valentes” vinculantes para la formación, ese ambiente es la alfombra serena por donde ustedes transitaron.
Sus primeros pasitos fueron cuando llegaron siendo muy niños aún, con 13 años a séptimo. Ellas suaves y delicadas progresivamente siguieron avanzando por la imaginaria alfombra mullida. Al poco tiempo ellos engrosaron la voz estábamos allí mirándolos, ellas escribían sus primeros wsap o mensajes de amor. De pronto los vimos madurar y comenzar a plantear hipótesis, defender argumentos y a ellas postular causas y defender ideas. Conocimos sus primeros esfuerzos para objetivar conceptos y así, siguieron avanzando.
Los hemos visto triunfar y también caer derrotados en la noche espesa, hasta que hoy de pronto en una tarde luminosa que quedará grabada en nuestros recuerdos, parten.
A nosotros nos ocurre casi sin darnos cuenta: que esas luces de antes, hoy son estrellas que emprenden vuelo y van al futuro. El sino en la vida de educador, es sentir al fin de cada año que se nos borra la pizarra. Y esos apellidos de la A la Z se van, porque los formamos para partir. Es nuestra “hermosa y vital tragedia y comedia» al fin.
Pero para consuelo nuestro permanece la pizarra, y en ella se grabaran nuevos nombres, nuevos rostros, nuevas historias y el ciclo vuelve a reiniciarse.
Este liceo municipal es el más importante del Maule Sur y este sitial se lo debe al trabajo y apoyo de muchas personas.
Quiero reconocer y agradecer muy especialmente el apoyo en la gestión institucional de las autoridades comunales, representadas en la figura de nuestro alcalde don Mario Meza, y del alcalde subrogante Sr. John Sancho. Sumo a estos agradecimientos la colaboración y atención recibida de la nueva administración del DAEM, en especial de su director Manuel Valenzuela y del Jefe de Recursos Humanos, Francisco Parra.
Valoro la dedicación de mi equipo técnico y directivo, a los profesores y asistentes, por su trabajo profesional, serio y comprometido. Queridos jóvenes, en nombre de la comunidad valentiniana hoy les damos la despedida. Simbólicamente abrimos nuestras puertas para que ya no retornen al aula. Mañana es “color day” para siempre.
Desde ahora el mundo es de ustedes ¡vayan a su conquista!. Persigan sus sueños, esfuércense, póngase metas y busquen realizar aquello que los haga más felices, porque solo así lograrán ser mejores seres humanos.
Y para finalizar. Les dejo una expresión de un escritor cercano a mí: Si alguna vez la vida no les sonríe, regresen a su liceo, aquí habrán miríadas de maestros, esperándolos con brazos amorosos.
Muchas gracias.