EL DESAFIO DE REDUCIR LAS BRECHAS DE GÉNERO


En el ámbito escolar, la equidad de género se refiere al trato equitativo entre hombres y mujeres, atendiendo a sus necesidades específicas, sin discriminar según sexo ni actuar guiados por estereotipos sexistas, de manera que estudiantes hombres y mujeres puedan desarrollarse plenamente. ¿En qué nivel la equidad de género se da como fenómeno natural y visible-invisible en las salas de clases?

En Chile, distintas pruebas nacionales e internacionales (SIMCE y PISA 2015), muestran que los hombres sistemáticamente obtienen resultados más bajos que las mujeres en Lenguaje, situación que por lo general es la inversa de la que ocurre en Matemática. ¿Por qué? ¿Cuáles son los factores que explicarían estas diferencias, y más importante aún cuales son las estrategias que permitirían la reducción de brechas de género?. Estas son las preguntas que intentaré dilucidar en el actual ensayo.

En lo concerniente al rol de la escuela se ha señalado que en Chile, los hombres, especialmente aquellos vulnerables, podrían mejorar sus resultados en lenguaje si tuvieran mayores niveles de motivación a leer y utilizaran estrategias de aprendizaje más efectivas (OCDE, 2010). Al igual que lo registrado en diferentes lugares del mundo, en Latinoamérica se observa una importante brecha en los logros en Matemática a favor de los hombres, y a favor de las mujeres en pruebas de Lectura (OCDE, 2010, 2014). L

Los resultados de las pruebas PISA 2009 y 2012 muestran un patrón donde los hombres obtienen un rendimiento significativamente mayor que las mujeres en Matemática y ellas obtienen mejores resultados en Lectura. Estas brechas también se observan al analizar los resultados Simce y PSU (Agencia de Calidad de la Educación, 2013b, 2014; MINEDUC , 2013).

Sin lugar a dudas que el capital social y cultural de las familias, así como el acceso a más y mejores fuentes de información, así como la presencia de un adulto significativo que puede ser un familiar-tutor o profesor (Ya ni siquiera una familia funcional, cada vez más exigua en la sociedad actual) que muestre al estudiante una senda de superación, que lo motive con la palabra y el gesto, así como una autoestima sana, ayudarían a elevar estos magros índices.

AUTOCONCEPTO ACADEMICO Y EXPECTATIVAS DOCENTES

Existe sólida evidencia que ha demostrado que la percepción de las propias habilidades para una asignatura (autoconcepto académico) impacta de manera importante en el logro académico en esa asignatura. Es clave considerar también, que el autoconcepto es influenciado por los estereotipos de género (Fredricks & Eccles, 2002; Leahy & Guo, 2001; Marsh, H. W., Trautwein, U., Ludtke, O., Koller, O., & Baumert, J., 2005). Estos autoconceptos y estereotipos se incuban desde la primera infancia, por lo que los estudiantes ingresan a la educación básica con ideas ya formadas sobre sus propias habilidades y su rol de género, lo que impacta sus resultados a lo largo de toda su trayectoria educativa. Flores, 2007 demostró la importancia de la figura del docente y las representaciones de sus expectativas en el logro de aprendizajes para cada género, y cómo estas determinan ciertas prácticas pedagógicas que condicionan aprendizajes diferenciados en las diferentes asignaturas. Otros estudios, han demostrado que los profesores se comportan de manera distinta con los estudiantes de acuerdo a las expectativas académicas (altas o bajas) que tienen de ellos (Brophy & Good, 1970). Los niños, por su lado, desde muy pequeños, son capaces de percibir el tratamiento diferenciado de sus profesores e inferir las expectativas que tienen de ellos, lo cual tendría sus propios efectos en su autoconcepto y motivación (Kuklinski & Weinstein, 2001; Urhahne, 2015).

Así los hechos, cabe preguntar si tanto educadoras como profesores básicos tienden a repetir los estereotipos de géneros, asociados a roles, cuestión que se replicaría más tarde en la enseñanza media y educación superior, en que las mujeres optan mayoritariamente por carreras asociadas a la salud, educación y humanidades y los hombres eligen las carreras de corte numérico como las ingenierías, robótica o tecnología. A las mujeres, los profesores y profesoras suelen aplicar sobre exigencias y distintas a los deberes de los hombres como por ejemplo ser ordenadas, metódicas, cuidadosas, femeninas entre otras.

ESTRATEGIAS ÚTILES PARA REDUCIR BRECHAS DE GENERO EN AULA

Tal vez algunas estrategias podrían resultar útiles, para avanzar en la disminución de esta brecha de género:
Como utilización de lenguaje inclusivo que respete la diversidad presente en la sala de clases y en el establecimiento.
Hablar explícitamente de cuestiones de género en las asignaturas, en temas tales como discriminación salarial y laboral, violencia de género, roles segregados en el hogar, estereotipos, carreras que son promovidas para hombres y aquellas promovidas para mujeres, etc.
Es necesario, que los docentes dediquen igual atención e interés a mujeres y hombres al dar la palabra, preguntar, retroalimentar, rescatar los ejemplos dados por los alumnos, etc.
Así como, desarrollar estrategias para regular la participación, y potenciar las interacciones con todos los estudiantes y promover el uso de variados acercamientos pedagógicos y diferentes tipos de evaluación.